Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marcó un hito histórico al convertirse en la primera mujer en liderar el país, un logro que refuerza su compromiso con la equidad de género.
En su primer discurso, enfatizó que este es el “tiempo de las mujeres”, destacando la importancia de reconocer su papel en todos los ámbitos de la sociedad. Este enfoque se refleja claramente en la conformación de su gabinete, donde una amplia participación femenina lidera varias secretarías clave.
Sheinbaum ha priorizado el talento y liderazgo femenino, seleccionando a mujeres con destacadas trayectorias en áreas como seguridad, bienestar y medio ambiente. Figuras como Rosa Icela Rodríguez, quien dirige la Secretaría de Gobernación y Ariadna Montiel, al frente de la Secretaría de Bienestar, son ejemplo de esta nueva etapa política. Estas designaciones no solo refuerzan la presencia femenina en el gobierno, sino que también envían un mensaje de cambio profundo y estructural en la política mexicana.
Además, las mujeres en el gabinete de Sheinbaum aportan experiencia diversa y capacidad técnica, lo que refuerza el compromiso con el desarrollo del país. Por ejemplo, Alicia Bárcena, a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente, tiene una trayectoria sólida en temas ambientales y de desarrollo sostenible. Este enfoque no solo responde a las necesidades actuales de México, sino que también sienta las bases para un futuro más inclusivo.
La equidad de género en la administración de Sheinbaum no es simbólica, sino una realidad estructurada para transformar el país desde la política pública. Con mujeres al frente de secretarías como Seguridad, Bienestar y Ciencia, el gobierno se compromete a abordar los desafíos sociales con una visión inclusiva y de largo plazo.