Por Monserrat Californias
A cien años del nacimiento de Rosario Castellanos, el Colegio de San Ildefonso abrió sus puertas a una exposición sin precedentes dedicada a una de las voces más potentes de la literatura mexicana del siglo XX. Bajo el título “Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: Archivo Inédito”, la muestra revela aspectos desconocidos de la vida y obra de la escritora, periodista y diplomática chiapaneca, desde su infancia hasta su activismo feminista y defensa de los pueblos indígenas.
La exposición, organizada por el recinto en colaboración con diversas instituciones culturales como la Secretaría de Cultura capitalina, la Secretaría de Cultura federal y la UNAM, reúne más de 100 piezas entre manuscritos, objetos personales, fotografías y primeras ediciones de sus libros. Muchos de estos materiales permanecieron resguardados por su hijo, Gabriel Guerra Castellanos, quien durante medio siglo conservó el archivo personal de su madre, ahora al alcance del público.
Dividida en cuatro módulos, la exposición narra cronológicamente la evolución de Rosario Castellanos. Desde su niñez en Comitán, marcada por reflexiones tempranas sobre los roles de género, hasta su etapa universitaria, su consolidación profesional como escritora y su postura crítica frente a la desigualdad. Cada sección establece un diálogo entre sus vivencias personales y su pensamiento, revelando una vida atravesada por la escritura y la lucha constante por la justicia social.
Objetos como su máquina de escribir, sus gafas, cartas inéditas y documentos oficiales permiten adentrarse en la parte más íntima de Castellanos. Especial atención recibe el periodo 1958-1974, donde su activismo se intensificó en defensa de las mujeres y comunidades indígenas, mientras enfrentaba también dificultades personales. La curaduría busca mostrar no solo a la intelectual, sino a la mujer compleja y sensible detrás de las palabras.
Rosario Castellanos falleció trágicamente en 1974 en Tel Aviv, en circunstancias que aún generan controversia. Sin embargo, su voz sigue vigente. Esta exposición no solo celebra su centenario, sino que reaviva su legado como figura imprescindible del pensamiento feminista y humanista en México. Un homenaje que invita a leerla, comprenderla y, sobre todo, no olvidarla.