Por Luis Martínez Alcántara
La bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, estrenada el 5 de junio en Max, despertó polémica al mostrar insinuaciones de un romance extramatrimonial entre Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza. En el tráiler aparece a un personaje aparentemente aún casado con Graciela Fernández, regresando a casa con una marca de labial, lo que aviva el rumor de infidelidad. La escena se percibe como reveladora, desafiando la imagen pública histórica del comediante.
Los adelantos han revivido rumores que durante años flotaron en el entorno de Chespirito. Desde la década de 1970, se especuló que la relación entre Bolaños y Meza comenzó antes de su separación legal de Graciela. Florinda, en entrevistas pasadas, subrayó la atracción mutua y mencionó su carácter como “seductor nato”, aunque ha dicho que la relación oficial inició tras la ruptura de su anterior matrimonio.
También se comenta, con base a fotografías como testimonio, que Florinda Meza era pareja sentimental de Carlos Villagrán, que encarnaba al personaje Quico en el Chavo del 8, pero que lo dejó por que le convenía más estar con Roberto Gómez Bolaños.
Los reportes de prensa revelan que Florinda Meza amenazó con acciones legales por el uso de su imagen sin autorización, lo que obligó a los productores a cambiar su nombre a “Margarita Ruiz” en la ficción. Esto muestra el peso emocional del relato y el deseo de preservar ciertos límites públicos y privados dentro de la producción, aunque no detuvo el impacto en redes y medios.
A pesar de la controversia, la serie parece empeñada en explorar la complejidad del triángulo amoroso detrás del éxito mediático. Varios medios relevantes coinciden en que se mostraría una relación clandestina prolongada —durante más de una década— que habría tensionado el entorno familiar y profesional de Bolaños. La narrativa propone un retrato menos idealizado y más humano, con conflictos reales y apasionados.
Así, Sin querer queriendo no solo revive la magia de Chespirito, sino que también confronta sus sombras. Al revelar una posible infidelidad, la serie reabre el debate sobre la vida privada del querido comediante y despierta reacciones encontradas: admiración por su obra, pero cuestionamientos éticos por su conducta sentimental. El tema seguirá dando de qué hablar.