sáb. Nov 23rd, 2024

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

Aunque el cambio climático, el uso de inteligencia artificial y los cambios de poder contribuyeron a una perspectiva global negativa hacia el futuro, la sociedad civil organizada crea distintos programas para paliar estos riesgos y combatir la polarización y los conflictos regionales.

Según la encuesta hecha por el Foro Económico Mundial (WEF), 54% de los participantes prevé inestabilidad y catástrofes globales en los próximos dos años, con una perspectiva aún más sombría para la siguiente década.

El Foro Económico Mundial destaca cuatro ejes estructurales que definen los riesgos globales para los próximos 10 años.

El cambio climático permanece como la principal amenaza en perspectivas a corto, mediano y largo plazo, con eventos climáticos extremos, especialmente influenciados por el ciclo de El Niño, se anticipa que esto será un detonador de crisis significativas, que provocará migraciones masivas y alteraciones geográficas en el largo plazo que podrán modificar el balance global.

La segunda fuerza estructural es la división demográfica, que aborda la polarización social y sus impactos en el desarrollo global. Este fenómeno, unido a una recesión económica, son identificados como riesgos altamente interconectados y, por ende, de gran influencia en la red de riesgos globales, que generarán múltiples consecuencias.

El tercer eje aborda la aceleración tecnológica y los cambios que esta generará en el mundo. El reporte explica que el desarrollo de la inteligencia artificial está impulsada por intereses comerciales y geopolíticos en vez del interés público. Esto podría resultar en una brecha digital entre países de altos y bajos ingresos por los beneficios que las transformaciones digitales van a causar en la productividad económica, finanzas, clima, educación y atención médica.

En cuanto al cuarto eje, se centra en los cambios geoestratégicos, marcando una evolución en la concentración del poder geopolítico que anteriormente estaba centrado en Estados Unidos. Estas transformaciones ejercen una considerable influencia en los conflictos regionales actuales, ya que muchos de ellos adquieren dimensiones internacionales. Además, se presentan desafíos con actores no estatales, como los carteles del crimen organizado.

La amenaza transversal de la propagación de desinformación, acentuada por el uso de la inteligencia artificial, se destaca como una preocupación significativa, especialmente ante las elecciones de 2024 que involucrarán a más de 3 mil millones de personas a nivel mundial, lo que aumenta la susceptibilidad a la manipulación de información y pone en riesgo la legitimidad de los gobiernos.

Los riesgos potenciales representan muchas áreas de oportunidad de acción por parte del Tercer Sector que determina su objeto social de acuerdo a los factores que mayor preocupación y riesgos presentan para las distintas comunidades.

 

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