dom. Nov 24th, 2024

Verónica de la Rosa, madre del conocido tiktoker Derek Trejo, fue encontrada sin vida en una habitación de hotel en la alcaldía Azcapotzalco, en la Ciudad de México. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha iniciado una investigación con perspectiva de género para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento. Según la información preliminar, Verónica ingresó al hotel a bordo de un vehículo con matrícula del Estado de México.

En una tarjeta informativa, la Fiscalía capitalina detalló que se llevará a cabo la necropsia de ley para determinar las causas exactas de la muerte de Verónica de la Rosa. Empleados del hotel la encontraron sin vida al acudir a su habitación tras vencer el plazo del hospedaje. Al no recibir respuesta, abrieron la puerta y la vieron en el piso. El encargado del hotel declaró que Verónica había llegado sola al establecimiento.

Para agotar todas las diligencias relacionadas con el protocolo del delito de feminicidio, el Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación del Delito de Feminicidio ha iniciado una carpeta de investigación. Personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales también ha sido involucrado en el proceso. Además, elementos de la Policía de Investigación (PDI) están realizando la localización y análisis de cámaras de videovigilancia.

El periodista Carlos Jiménez, en su cuenta de X, relató que Verónica llegó al hotel el pasado 17 de junio a las 23:30 horas y le asignaron la habitación 215, a la cual entró sola. Posteriormente, un sujeto llegó a la habitación, pero se retiró al poco tiempo. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) arribaron al hotel a las 4:15 horas, tras lo cual se iniciaron las investigaciones pertinentes.

Derek Trejo, a través de sus redes sociales, pidió respeto y solidaridad para su familia en estos momentos difíciles. Desde el martes pasado, había publicado fotos de su madre solicitando ayuda para localizarla, pues desde las 10:30 horas de ese día no tenían noticias de ella.

 

Por Luis Martínez Alcántara.

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