Por Luis Martínez Alcántara
Panteón Rococó celebró su 30 aniversario en el lugar que los vio nacer: la cantina “La Faena”, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Con un ambiente íntimo y cargado de nostalgia, la banda rindió homenaje a sus raíces y al espíritu rebelde que los impulsó a levantar la voz desde 1995. Fue ahí donde nació la chispa de una agrupación que con ska, ritmo y protesta, ha acompañado a generaciones enteras.
Durante la celebración, el vocalista Luis Román Ibarra, mejor conocido como Dr. Shenka, recordó cómo el contexto social y político de los años noventa inspiró la creación del grupo. “Era un momento de luchar, de pelear por tus ideales, de salir a la calle y gritar lo que te lastimaba, lo que te encabronaba. En ese contexto nació Panteón Rococó”, expresó. Su mensaje fue recibido con aplausos por los asistentes.
La banda, conocida por su fuerte compromiso con causas sociales y por su característico estilo que fusiona ska, rock y música tradicional mexicana, aprovechó el momento para reflexionar sobre su evolución. De los pequeños bares a los grandes escenarios, el grupo ha mantenido una identidad firme, rebelde y solidaria con los movimientos sociales y estudiantiles del país.
La celebración también fue una oportunidad para agradecer a su base de fans, muchos de los cuales han acompañado a la banda desde sus primeros toquines en el sur de la ciudad. Shenka expresó su emoción al ver que nuevas generaciones también se suman a su música y su mensaje, convirtiendo a Panteón Rococó en una de las bandas más queridas y representativas del ska mexicano.
Con esta conmemoración, Panteón Rococó no solo celebra tres décadas de música, sino también de lucha, de resistencia y de comunidad. “No es solo una banda, es una forma de vida”, dijo Shenka, dejando claro que mientras existan causas por las que alzar la voz, ellos seguirán tocando, cantando y caminando junto a su gente.