Por Luis Martínez Alcántara
Con 291 votos a favor y 158 en contra, la Cámara de Diputados frenó el proceso de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, ex gobernador de Morelos y actual diputado federal. La votación generó una intensa jornada de debates, marcada por posturas encontradas entre bancadas y fuertes reclamos por parte de legisladoras que exigían justicia ante las acusaciones de violencia de género que pesan sobre el ex futbolista.
Diputadas de diversas fracciones, encabezadas por Anaís Burgos, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, habían pedido que las 251 legisladoras fueran quienes determinaran el voto final. Sin embargo, el bloque mayoritario logró alinear a suficientes legisladores para frenar el desafuero, lo que fue interpretado por activistas como un retroceso en la lucha contra la impunidad.
Durante la sesión, se vivieron momentos de tensión cuando diputadas tomaron la tribuna para denunciar que la decisión protegía a un personaje acusado de delitos graves, enviando un mensaje negativo a las víctimas. Las inconformidades también se hicieron sentir en redes sociales, donde usuarios criticaron duramente el blindaje político otorgado a Blanco.
Pese al resultado, diversos colectivos anunciaron que seguirán presionando por justicia, mientras que legisladores de oposición aseguraron que buscarán reactivar el proceso en otras instancias. El caso ha cobrado relevancia pública por el perfil mediático de Cuauhtémoc Blanco y por la gravedad de las acusaciones que enfrenta, entre ellas violencia sexual y vínculos con grupos delictivos.
La votación de este 25 de marzo deja ver una profunda división en el Congreso y plantea dudas sobre el compromiso real del Poder Legislativo con el combate a la impunidad. La figura de Blanco, una vez símbolo deportivo nacional, hoy permanece envuelta en la polémica, ahora bajo el resguardo del fuero constitucional.