Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, respondió a las críticas del expresidente Ernesto Zedillo sobre la reforma al Poder Judicial, quien había advertido que dicha reforma podría transformar la democracia en tiranía.
En conferencia de prensa, Sheinbaum declaró que el expresidente no tiene autoridad moral para opinar sobre temas de democracia, corrupción y honestidad, debido al legado de su gobierno, destacando el controvertido rescate bancario del Fobaproa.
Sheinbaum recordó las acciones de la administración de Zedillo, comenzando con el Fobaproa, que implicó el rescate de bancos privados en crisis y que, según la mandataria electa, fue un claro ejemplo de corrupción y del vínculo entre el poder económico y el poder político.
También criticó la privatización de los ferrocarriles y las intenciones del expresidente de privatizar la Comisión Federal de Electricidad, acusándolo de favorecer intereses privados por encima del bienestar del país.
En su mensaje, Sheinbaum también sugirió que Zedillo está actuando como portavoz de los adversarios políticos de la actual administración, aunque aseguró que respeta sus opiniones. No obstante, lo calificó como un representante del “viejo régimen” y de la corrupción.
Aclaró que sus críticas no son contra la persona de Zedillo, sino contra lo que representó su sexenio, subrayando que la actual lucha política sigue enfrentando esos mismos intereses.
Por su parte, Ernesto Zedillo señaló que la reciente reforma judicial amenaza la independencia del Poder Judicial, sugiriendo que está diseñada para poner a jueces y magistrados al servicio del partido en el poder, Morena. En su intervención en un evento de la Asociación Internacional de Abogados, advirtió que la elección popular de jueces, tal como lo plantea la reforma, es un mecanismo demagógico que degrada los estándares necesarios para un sistema judicial independiente.
Zedillo también criticó a Arturo Zaldívar, exministro de la Suprema Corte, acusándolo de instigar una venganza contra el Poder Judicial. Según el expresidente, Zaldívar, ahora colaborador de Sheinbaum, facilitó el “atropello constitucional” que representa la reforma judicial, lo que podría convertir a México en una tiranía. En su opinión, la reforma destruye la independencia judicial bajo el pretexto de una mayor democratización, lo cual, afirmó, es simplemente una fachada.