Por Luis Martínez Alcántara
Un Costco en Atwater Village, Los Ángeles, se convirtió en escenario de una pelea entre clientes adultos que buscaban adquirir tarjetas de Pokémon. La tienda ofrecía la colección “151 Blooming Waters Premium Collection” a un precio reducido, lo que atrajo a numerosos compradores. La situación escaló rápidamente cuando dos hombres comenzaron a forcejear por las codiciadas tarjetas, desatando el caos en el establecimiento.
En videos compartidos en redes sociales, se observa a un hombre con chaqueta verde intentando arrebatar las tarjetas a otro cliente, quien responde con un codazo en el rostro. A pesar de los esfuerzos de otros compradores y empleados por calmar la situación, la tensión continuó durante varios minutos. Este incidente refleja la alta demanda y el fervor que generan estos productos coleccionables.
La colección “151 Blooming Waters Premium Collection” incluye cartas exclusivas y es altamente valorada por coleccionistas y revendedores. Originalmente vendida por más de $120 dólares, Costco la ofreció a menos de $60 dólares, lo que provocó una avalancha de compradores. Este descuento significativo incentivó a muchos a acudir masivamente a las tiendas en busca de estas tarjetas.
Tras el incidente, Costco implementó medidas para evitar situaciones similares en el futuro. Se estableció un límite de dos unidades por cliente y se asignó personal para supervisar la zona de tarjetas Pokémon. Estas acciones buscan garantizar una experiencia de compra segura y ordenada para todos los clientes.
Este suceso pone de manifiesto la creciente popularidad y el valor de las tarjetas Pokémon en el mercado actual. Tanto coleccionistas como revendedores están dispuestos a realizar grandes esfuerzos para obtener productos exclusivos. Las tiendas deben estar preparadas para manejar la alta demanda y garantizar la seguridad de sus clientes en situaciones de este tipo.
A pesar de la intensidad del enfrentamiento, no se reportaron lesiones graves ni detenciones. El personal de Costco logró manejar la situación sin necesidad de intervención policial.